Inundados

Sumergidos en Catástrofes

Bienvenidos a las noticias internacionales que nos sumergen en la catástrofe que construimos día a día para sorprendernos cuando estalla.

El agua en Buenos Aires se trasformó en catástrofe y como en toda inundación salieron a flote, y a deambular sin rumbo, cosas como la mezquindad política, la búsqueda de culpables en otro lado, los paisajes que preferimos no ver y la más asquerosa capitalización electoral de la desgracia ajena.

Pero también vuelve a flotar la solidaridad, el trabajo desinteresado y la piedad por aquel que siempre espera que deje de lloverle encima.

Se habló mucho, demasiado, tanto que hay todo un nuevo glosario de definiciones Made in Argentina:

Helicóptero: aparato que sirve para transportar funcionarios y ver el desastre desde arriba.

Gobierno de capital federal: un gobierno perfecto si el gobierno nacional les diera permiso.

Gobierno nacional: ente encargado de culpar a otros hasta que el agua le llega a la cintura.

Intendente de la plata: súper hombre capaz de estar en Brasil y ayudando a los damnificados al mismo tiempo.

Estado: figura fantástica cuya ausencia se hace nostalgia al ver como le flota la cama, el sillón y la mesa al vecino.

Políticas efectivas: prestamos blandos otorgados a quienes perdieron todo y condonación de impuestos de casas que ya no existen.

Cambio climático: variación de las opiniones dependiendo quién gobierna en el distrito que se inundó.

Y así podríamos seguir cual Pepe Mújica con micrófono abierto hablando y hablando, pero la realidad es que ahora todos se plantean lo que no se hizo y debió hacerse, lo que se hizo y no se hizo bien y lo que se hizo bien pero no alcanzó.

Si todo el debate tardara menos de lo que tardará en secarse el piso de los inundados, nadie sabrá.

Al fin de cuentas, nadie relato mejor la tragedia de las inundaciones como los Paralamas (Os Paralamas Do Sucesso), "...el arte de vivir con fe sin saber con fe en qué".

Y ahí los rostros que esperan, siempre esperando.

Mientras tanto en el mundo más cosas olían a catástrofe inminente. Las coreas seguían en pugna con invitados especiales de Washington, Moscú y Pekín, la ONU debatía tratado de armas, Siria seguía ardiendo, los atentados a la orden del día en Medio Oriente, la mancha de petróleo crecía en las playas de Sao Paulo, Europa batía record de desempleo, un edificio se derrumbaba en Bombay y todo seguía su cause normal hacia el desastre.

Al todo esto y entre la mística de pájaros parlantes y dobles de Chávez, comenzaba oficialmente la campaña presidencial en Venezuela; Peña Nieto salía del México violento y visitaba China para decirles que podían llamarlo Enlique; la infanta española pasaba de citada a no citada; Portugal ajustaba más el cinturón; y una investigación decía que 100 mil multimillonarios de 170 países esconden 120 billones de dólares en paraísos fiscales del caribe, lo que equivale a una cifra mayor al PBI de Estados Unidos de Norteamérica.

Sorprendente ¿no? Si pensabas que solo los gobiernos son capaces de ocultar algo tan grande que todo el mundo sabe, no creas que estabas equivocado, solo te faltaba darte cuenta quién gobierna. Aja, varios multimillonarios, desde islas con nombres raros que tienen bancos con nombres poco creíbles cuyos escudos con palmas, cocoteros y guacamayos y distraen la atención de cómo los piratas del caribe devinieron en extranjeros con wi fi sobre yates dorados.

Y nosotros así, esperando, ilusionándonos, pensando, tratando de sobrevivir, "el arte de vivir con fe, sin saber con fe en qué".

Pero buscando, siempre buscando. No porque sepamos que vamos a encontrar respuestas que nos contenten, sino porque buscar es el único modo de no resignarse a que las catástrofes sean aquellas que nos merecemos por haber dejado de buscar.

Damas y caballeros bienvenidos al kaos total!!!!!