Un estadio que se terminó de construir al sexto día, un goleador manco, una final con dos balones… Estas y algunas otras curiosidades son las que pasaron 80 años atrás, en el Primer Campeonato Mundial de Fútbol.

Una tarde luego de cerrar su local y caminando por las calles de Kiev a Josef le reconoció en el rostro de aquel vagabundo a quien fuera su ídolo hasta hace poco tiempo, Nikolai Trusevich el arquero del Dinamo local.

Un hombre puede cambiar de novia, de gustos musicales, de religión, de amigos, de profesión. Puede abandonar a su familia, dejar de visitar a sus padres, no pasarle la cuota alimentaría a sus hijos, o directamente no reconocerlos. Pero lo que nunca haría ni el más desalmado de los hombres, es traicionar a los colores que corren por sus venas, a los del club de sus amores.  En el siguiente escrito nos acercaremos a varias camisetas de Argentina para reconocer como nacieron esos colores.