ESPERANDO A COVID
El Pirata @PirataEcdqemsd | 15 de Junio de 2020 | ECDQEMSD Podcast
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Bienvenidos a las noticias internacionales y las semanas que se repiten en Latinoamérica como en una obra del teatro del absurdo.
El irlandés Samuel Beckett murió en Paris por problemas pulmonares. No, no fue por covid19. Y no, no fue ahora. Fue el año de la Caída del Muro, el año del bicentenario de la Revolución Francesa, cuando faltaban pocos días para la navidad.
Por qué la referencia?
Bueno, Beckett es el autor de "Esperando a Godot". En la obra los personajes pasan el tiempo esperando algo que en realidad nunca termina de llegar. Godot nunca aparece y la espera de Vladimir y Estragón es el hecho de la obra en sí misma.
Las interpretaciones son variadas, que si Godot es Dios (God), que si la espera es la metáfora del ser "jodido" esperanzado en un golpe de suerte, que si la espera en sí es el fin último de nuestra existencia, y muchas cosas más.
La obra sin duda hace que el espectador, que no conozca la trama, se sienta angustiado, un tanto ansioso y en cierta medida hasta timado cuando todas sus expectativas basadas en que ocurrirá cuando Godot aparezca se van extinguiendo a medida que transcurren los dos actos de la obra.
Ustedes a está altura se preguntarán por qué lo que suele ser un repaso de la actualidad internacional está siendo el comentario de la obra mas famosa de Beckett. Bien, es que realmente Latinoamérica parece estar encarnando a los personajes de Esperando a Godot.
En Europa no hubo tiempo de eso, en Asia la pandemia les estalló de pronto, en Estados Unidos las cosas se fueron de las manos rápidamente, pero en Latinoamérica todo parece diferente.
Primero porque en Latinoamérica todo es diferente! Y segundo porque lo que tiene que pasar no termina de pasar y vivimos bajo la expectativa de cuándo empezará a pasar.
En Brasil los número son de catástrofe, en Chile van ajustando que tipo de contabilidad usar para los casos y renunció el Ministro de Salud, en Perú las cosas están graves y podrían ponerse peor, en Argentina se debate entre más restricciones, más contagios y más política, y en México tenemos a AMLO diciendo que "ya de una vez" mientras que López Gatell anuncia, como cada semana, que lo peor está por venir.
Vi escrito por allí: "el pico de la pandemia llegará la semana que viene. No importa cuando leas esto".
Y tal parece que así es. Vivimos como Vladimir y Estragón, al borde de un camino, junto a un árbol, quejándonos de todo y esperando. Esperando el pico, esperando la apertura, esperando la ayuda del gobierno, esperando la autorización, esperando que nos digan hasta cuándo, esperando que hable el nuevo especialista en salud, esperando que opine el equipo interdisciplinario, esperando, esperando, esperando el próximo reporte... siempre.
Andrés Manuel López Obrador ahora confeccionó el "Decálogo para la Nueva Normalidad". Una especie de manifiesto new age que mezcla el budismo zen, el catolicismo de San Agustín, la austeridad franciscana y el optimismo de Paulo Coelho.
Y nosotros seguimos esperando. Esperando desde que vimos que el virus estallaba en Asia, golpeaba a Italia, escupía a España, castigaba a Gran Bretaña, vomitaba en Estados Unidos, se reía de Janeiro en Brasil y sobrevolaba Latinoamérica con diferentes inexactitudes.
Pero mientras Latinoamérica espera la semana del desastre, que puede ser la próxima, o la próxima, o la próxima de la próxima... los contagios continúan, las medidas se flexibilizan en algunos casos, en otros vuelven para atrás, muchos se quejan, otros se espantan y todos vemos extenderse y extenderse lo que aparenta ser el el desenlace de la obra que se va escribiendo mientras trascurre.
Mientras tanto, en el mundo: Pekín debió cerrar varios barrios por un rebrote de coronavirus en un mercado principal de la capital; detienen al presunto testaferro de Nicolás Maduro en Cavo Verde; México investiga al poderoso rey del cemento Guillermo Álvarez; otra muerte a tiros de un afroamericano por parte de la policía en Atlanta -Georgia- incendia aun más las protestas; Europa duda sobre cómo y cuándo abrir las fronteras de la Unión, el bloque pide cuanto antes, los países muestran cautela; los gobiernos anuncian planes de rescate, otros anuncian que seguirán rescatando y otros piden ser rescatados porque ya no tienen para rescatar.
Y en la semana nos enteramos que "La Barbie" era informante de la DEA y que posiblemente por eso aparecía sonriente en todas las fotografías de su captura. Nos enteramos que Trump activó el modo campaña 2020 a la reelección en medio de la pandemia. Y nos enteramos que en Bolivia la presidenta interina dice que aceptará la fecha limite de elecciones pero que quiere que el senado le presente un informe asegurándole que están dadas las condiciones, que para entonces ya no habrá coronavirus ni dengue ni chikungunya, que todos se portaran bien y básicamente que no ganará el partido de Evo.
Y así estamos, esperando a Covid. En algunos lugares ya hasta el gobernador le dijo a su pueblo: "saben qué, hagan lo que quieran". Es que la banda no se cuida, la banda se queja, la banda hace lo que le place, y la verdad es que el riesgo es grande.
Y así, como Vladmir y Estragón: seguimos esperando... quizá, citando una vez más a Beckett "Los Días Felices", esos que recordamos con la distorsión lógica del paso del tiempo y nuestro instinto de supervivencia.
Entre la vida cotidiana y este teatro de lo absurdo que nos mantiene a la espera: les damos la bienvenidas al kaos total!!!!!
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