EL REGRESO DE LAS MULTITUDES

Rompiendo los límites de la virtualidad

El Pirata @PirataEcdqemsd | 8 de Noviembre de 2021 | ECDQEMSD Podcast

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Bienvenidos a las noticias del mundo y al evidente regreso a la multitud.

Multitudes festivas, multitudes en protestas, multitudes disidentes, desplazadas, manifestándose, en silencio y en estampida.

No es una gran novedad, pero la pandemia nos había obligado a ver extrañados reuniones multitudinarias en tiempos de virtualismo. Estadios vacíos, fiestas a distancia, protestas simbólicas, manifestaciones con prudencialidad y alborotos restringidos.

Lentamente, como en una comprobación empírica de la física, los espacios comenzaron a llenarse y las lógicas imperantes regresaron a su curso, digamos, "natural".

Sin embargo casi nos habíamos desacostumbrados a que las multitudes ocupan grandes espacios.

Si el regreso a la "normalidad", con grandes comillas que relativizan el término, se iba a dar lenta y sigilosamente, creo que esta semana se consumó lo que venía tímidamente expresándose: el regreso de las multitudes.

Finalizó la cumbre del clima en Glasgow y mientras los representantes máximos de los países reunidos se felicitaban por lo que consideraron grandes avances, una multitud se congregaba para gritar que la cumbre había sido puro "bla bla bla".

Los miles que colmaron las marchas, protestas y espacios de la ciudad escocesa estaban por diferentes motivaciones. Por política, por emoción, por turismo, por pseudo compromiso, por ser parte de una ONG verde, por ver a Greta Thumberg en vivo y en directo como una consagrada estrella pop portada de la revista Vogue escandinava, por una sensibilidad primer mundista para con los pobladores mudos del universo empobrecido, por socializar, por tener un pin de "Yo estuve en la cop26".

De los gritos y consignas de la multitud de jóvenes que colmaron Glasgow no quedará más que un recuerdo hasta la próxima reunión donde todo vuelva a fracasar.

¿Cuánta de inocencia hay en todo esto? No podemos saberlo. Lo que si está claro es que todos estamos bien puesto para exigir que se frene esta locura mortal de esta locomotora colosal que está destruyendo la tierra a la vez que gozamos de los beneficios de ir montados sobre ella.

Esos malabarismos de nuestros sin sentidos hacen que hoy, prácticamente, seamos una multitud protestando contra el espejo.

Y mientras miles de modelos leían horrorizadas que no estaban haciendo mucho por salvar al mundo y la industria de la moda usaba a las Gretas del universo como escudo humano, más multitudes ocupaban espacios.

En Houston, Texas, el fin de semana ocurrió una tragedia en la que murieron al menos ocho personas en un festival al que asistieron más de cincuenta mil. Aplastados por la emoción de ver a un tal Travis Scott mientras rapeaba, la gente murió.

¿Qué explicación le podemos dar a las personas que asistieron desde la adolescencia a miles de conciertos multitudinarios, a festivales, a las presentaciones mega masivas?

Muy pocas. ¿Que falló ahí? ¿La organización? ¿La distribución? ¿El control? ¿La solidaridad? La multitud? ¿La combinación de factores? ¿La falta de experiencia? O simplemente nuestro músculo de multitud se atrofió con la pandemia y no sabemos ya cómo hay que actuar cuando somos muchos.

Y mientras los líderes indígenas de la amazonía expresaban su preocupación por la deforestación, en chile la toma de tierras y la violencia complejizaba la campaña electoral, la guardia nacional mexicana repartía palos y balas por el sur, las multitudes de migrantes avanzaban y crecían y Joe Biden cumplía su primer aniversario en la casa blanca, más noticias cubrían las portadas.

El incendio del mercado sonora fue por un cortocircuito, Emilio Lozoya entre a prisión y tiemblan Videgaray, Peña Nieto y una multitud; el narco anduvo a los tiros por Playa del Carmen como si fuera Acapulco o un micro del Edomex; hubo catorce muertos en un accidente en la carretera México Puebla donde los tubos de PEMEX estallan por tomas clandestinas y una multitud regresó a sus labores después del mega puente de (día de) Muertos para planificar las posadas, navidad, año nuevo y los tamales de la candelaria cuando hayamos superado reyes y el día de la Guadalupe.

Así el primer ministro de Irak sobrevivía a un ataque con dron, el rey de Marruecos trataba de bajar la tensión con Argelia, Bruselas se sigue peleando con Londres por el brexit, hubo más de cien muertos cuando una pipa de combustible estallo en sierra leona, caía el avión que llevaba a una mega famosa cantante brasileña y mas acontecimientos se suscitaban: El Manchester City se quedaba con el clásico en el Old Traffor, Xavi llegaba para sacar al Barcelona F.C. del pozo, la F1 veía a Checo Pérez subirse a un podio en su propia casa, regresó la multitudinaria maratón de Nuevas York y el Canelo Álvarez unificó títulos en Las Vegas.

Colombia recordó que si quiere frenar la deforestación debe aplicar el Acuerdo de Paz que no estaría funcionando del todo. Brasil debió hacer como decía Groucho Marx y demostrar que si las convicciones del gobierno de Bolsonaro no sirven para ganar la reelección, tiene otras. El ministro de economía de Brasil eleva el techo de deuda. Argentina sigue a la deriva de cara a las inminentes legislativas. En Venezuela gobierno y oposición rompen el diálogo que nunca tuvieron y en Nicaragua Daniel Ortega y Rosario Murillo lograron la reelección (de la reelección de la reelección) tras un ardua labor de encarcelar a los candidatos que podían pelearle el poder.

Y así, entre muchedumbres, masas y multitudes, entre el regreso a la ocupación de espacios que nos habían sido restringidos por el virus, entre el espanto y el Poder inexplicable del poder de pocos sobre las inmensas mayorías, nosotros les damos la bienvenida al kaos total!!!!!