REBELDE NAVIDAD
El Pirata @PirataEcdqemsd | 27 de Diciembre de 2021 | ECDQEMSD Podcast
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Bienvenidos a las noticias internacionales y a las navidades mundiales.
El fin de semana se celebró la navidad. Y pensando en eso, imaginamos las mil formas de abordar el tema. Navidad es una inyección a la economía mundial. Es meditación religiosa. Es agnosticismo respetuoso. Es revisionismo histórico y todos "los genios" que en este tiempo salen a decir que ese tal Jesús tampoco nació exactamente cuando se celebra la Navidad.
Para universalizar y convocar a religiones y creencias no cristianas, fuimos por refuerzos: la figura del viejo gordo bonachón escandinavo que reparte generosamente, o no tanto, dependiendo el barrio, ciudad o circunscripción, los regalos que los niños desean por sobre el divorcio de sus padres, el cariño negado, la frustración infantil o la violencia intrafamiliar.
Navidad es la fiesta que divide al mundo en dos. Digo, no hay Grinch de Año Nuevo o de Día de Acción de Gracias. Lo hay de Navidad. Mitad porque todo se hace más marcado en esa celebración. La obligatoriedad de reunirse con quien quizás no deseas. El tinte religioso que se le puede colocar. La convivencia obligada con personajes con los que no convivirías en otro contexto. Y mitad porque en Navidad se manifiesta como nunca la exacerbación de la hipocresía, la falsedad, el materialismo, la mentira y las puestas en escena a nivel mundial.
Pero ahí va. Navidad. Una especie de última frontera para que la institución llamada "familia" no termine de volar por el aire.
Y sí hay odiadores de la navidad justificados. Porque la ausencias se notan más. Porque no hay mucho que poner a la mesa. Porque la ciudad se pone loca. Porque la gente se pone loca. Porque en los trabajos se ponen locos. Porque el tiempo nunca alcanza. Porque nada nunca alcanza. Porque todos nos odiamos y debemos disimular con besito de mejilla con mejilla para terminar deseándonos lo que no queremos desear.
Y hablando de revisionismo y meditar sobre qué es lo que celebramos, es muy extraño ver como todo se fue deformando, adaptando, convirtiendo según conveniencias y etapas.
Más allá de fechas que coincide cercana a equinoccios y adoraciones a dioses conquistados por la fe cristiana, lo que se celebra es el nacimiento de un rebelde. Alguien que dijo ser el hijo de Dios y que generó bastante controversia en su momento aunque en un acotado espacio territorial. Celebramos el nacimiento de un agitador político en una de las poblaciones más alejadas del centro imperial que clara y rápidamente fue identificado por los servicios de inteligencia romanos.
Pudo figurar en su ficha que era un embustero y un fantasioso. Un megalómano y un sujeto peligroso por lo convincente. Pudo decir el informe que se investigó la línea de la paloma y el Espíritu Santo. Que se acusó a su madre de sospechosa de adulterio y que un hombre la salvó de dilapidación aceptando su destino de padre del niño. Ejemplo que su hijo casi seguiría al pie de la letra con una tal María Magdalena a la cual salvó de la dilapidación con su sola intervención.
Como sea las crónicas de la época mostraban que los años adultos de aquel niño al que se le fue construyendo una infancia y juventud en retrospectiva luego de alcanzar la fama mundial, fueron realmente de acción. Reuniones clandestinas, información, acciones directas en la explanada del templo, luchas con el poder imperial y puertas adentro con los traidores apátridas vendidos a Roma. Peleas con los traicioneros líderes religiosos locales y una rebeldía llevada al extremo que terminó condenándolo a la pena capital.
Por entonces la rebeldía no era la barba y cabello largo. No en aquella región. No era vestir túnica ni hablar un idioma diferente al de los poderosos de Roma. La rebeldía era plantarse a los que ya habían sacado provecho de las comodidades de la vida palaciega en nombre del cielo. Plantarse a los que postulaban que ya no había espacio para nadie más que ellos en el paraíso.
Más de dos mil años después, y en medio de una pandemia global, pareciera que el mensaje no hubiera sido del todo claro. Que ni el Vaticano capto la onda. Que en las colinas donde se montan las mansiones de los ricos rara vez nieva sinceramente. Que la versión del Jesús pobre, rebelde y combativo no es muy armónica para todos. Y que mejor, como en un multiverso creado por Marvel, lo más cómodo será tener un Jesús para cada ocasión.
Uno con hambre y sed. Para que los pobres se rediman en él. Uno trabajador. Porque necesitamos obreros. Uno etéreo y espiritual. Porque mis finanzas siempre en alza y mis oscuros negocios no se acomodan a su encarnación. Unos que nació en la pobreza y la ignorancia y que solo unos pocos elegidos reconocieron al instante como a un enviado de dios. Uno niño, para que recordemos que los niños son sagrados dada su inocencia y vulnerabilidad. Uno joven, para recordar quienes mueven el mundo. Y uno clavado en una cruz. Para recordarnos que el exceso de rebeldía se paga caro.
Si la Navidad, tal y como la conocemos, la inventó una marca de refrescos, una tienda departamental, la literatura de Charles Dickens, los historiadores modernos, los canales de televisión abierta y su programación navideña... no podemos asegurarlo. Si la Navidad terminó de definirse con los toques dados por el Vaticano, las cruzadas o todos los europeos interpretando la vida de judío buena onda que influyó como marca registrada para crear bajo, otros directorios, cientos de años después, la empresa más exitosa en el ámbito político, económico, artístico, filosófico, cultural... no podemos asegurarlo.
En última instancia, esa sería otra historia.
Navidad, villancicos, banquetes, deseos, pinos, nieve, calor, camellos, cabras, niños dios, reyes magos, reyes no magos deseando paz a sus súbditos, políticos en campaña, fotografías trucadas y frases motivadoras.
Navidad, tiendas de súper lujo, regalos de marca internacional, presumir lo recibido, misa, vestido nuevo, disfraces, excesos, lujuria y pecado.
Y mientras levantamos las copas, las noticias seguían su curso.
Algún niño habrá nacido en Belén de Judea, Cisjordania; desde luego. El Papa Francisco realizaba la bendición Urbi et Orbi y recordaba lo que todos los papas recuerdan en estas fechas, la pobreza, las guerras, el dolor y todo eso. Los números de la pandemia en Europa siguen alarmando y provocando cierres y Estados Unidos se resiste a las restricciones aunque varias aerolíneas ya debieron cancelar muchos vuelos. En México AMLO bendijo a todos menos al INE. La Argentina de Alberto Fernández tuvo una navidad tranquila comparada con la de hace dos décadas atrás, aunque no se haya progresado demasiado. En Perú a Castillo hace dos semanas que no le piden la renuncia y eso ya es ganancia. En Venezuela Nicolás Maduro imitó a CFK y tuvo su mesa navideña rodeado de estrellas de la televisión bolivariana y en Chile le pidieron al presidente electo que aún no asume que aborde el conflicto mapuche casi antes de definir su gabinete.
Rusia sigue diciendo que está muy atenta a lo que haga la OTAN en Ucrania y la OTAN dices que está en Ucrania muy atenta a lo haga Rusia en la frontera. Hubo chispazos diplomáticos entre Washington y Beijing por Taiwán. Hubo mensaje de navidad de la reina de Inglaterra y hubo triste despedida de uno que si entendió bastante al rebelde de la pastorela: Desmond Tutu, el obispo sudafricano, murió con 90 años en Ciudad del Cabo.
Se anunció que luego de meses, ahora si, justo el día de Navidad finalizó la actividad del volcán Cumbre Vieja en la isla canaria de La Palma y se lanzó el más sofisticado telescopio para ver, analizar y traer información desde los confines del universo.
Entre la fe y la desilusión, entre promesas y bendiciones, entre interés por conocer el universo y la decidida intención de ignorar dramas terrestres, nos acomodamos todos en el pesebre mientras nos preguntamos qué hubiera pasado con Jesús el Rebelde en estos tiempos: sin Instagram, TikTok, YouTube, face y ni una mísera cadena de wasap que anunciara que nació el niño y que es una bendición!!!
Esa bendición que más tarde mostrará una gran capacidad de oratoria, discurso comprometido y rebeldía preocupante para un mundo que según las circunstancias y los narradores, fue tomando diferentes versiones.
Algo así como el evangelio según me convenga y las mil interpretaciones del nacimiento de una estrella popular que quiso cambiar el mundo y el mundo lo ha ido cambiando a él.
Damas y caballeros, navidad 2021 quedo atrás y nosotros les damos la bienvenida al kaos total!!!!!
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