OBREROS EN EXTINCIÓN

por todas partes

El Pirata @PirataEcdqemsd | 1° de Mayo de 2023 | ECDQEMSD Podcast

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Bienvenidos a las noticias del mundo y al día en que el Movimiento Obrero recuerda.

Recuerda a sus muertos, recuerda la importancia de la lucha y recuerda lo trascendente que es para el mundo que lo creó.

Y no son pocas las veces que imaginamos al obrero como algo en periodo de extinción. Un tipo de actor social que parece respirar tiempos lejanos. Época de factorías gigantescas, de luchas donde ir a la marcha era poner en juego la vida.

Tiempos de perfumes de grasa, carbón, acero y ninguna protección. Hombres y mujeres que nacieron grandes, sufridos, con solo el valor de su fuerza y tiempo. Calores infernales en los hornos, manos ásperas, estampas como la de la propaganda soviética. Figuras citadas en esos libros que solo se leían en las universidades. Rostros rudos mirando hacia el futuro. Un futuro que llegó como siempre, siempre diferente.

Y los uniformes de los nuevos esclavos de la máquina. Y las filas para marcar en el reloj. Y la distribución de la fábrica con sus ventanales altos para que ahorrar iluminación y optimizar espacios. Y la panacea patronal del "obrero máquina" que no duerme, no come, no necesita descanso, no piensa y trabaja, genera, produce.

Hoy puede parecernos que el obrero es un especie en extinción o hasta quizá extinta. Un recuerdo fulgurante de clubes gremiales que necesitan justificar su existencia de delegados, representantes y líderes. Hoy pareciera que el mundo obrero es un mundo del pasado. Porque ahora todos somos más dueños de nuestra libertad.

Hoy somos emprendedores, intelectuales, tiktokers, poetas, youtubers, podcasters, comerciantes, terapeutas, gamers, modelos, personal trainers, artistas, deportistas, trabajadores autónomos, freelance, cosplayers, independientes, influencers, generadores de contenido.

Háganle al ingenio, a la creatividad, gánense la vida como puedan, ahí está la libertad que no pide la máquina ni la supervisión robotizada.

Tienen todo el tiempo del mundo para hacer lo que quieran, la libertad absoluta de ganarse la vida como mejor les parezca.

El detalles es que el pastel grande ya está repartido. Háganse al ruedo, en la arena, el "emperador" no les bajará el pulgar. El león se devorará al que huela a desesperación. No habrá lágrimas, habrá silencio.

Y el obrero sale de la factoría, y el portón se cierra a su espalda. Como el esclavo cuando le fue informado de la abolición.

Pero la mansión y los campos seguían siendo del amo, y para él nada. Dios así lo quiso.

En el mejor de los casos ya no tenemos que pelear por las 8 horas, ni por vacaciones, ni por descanso, ni por seguridad, ni por libertades, derechos o pagos.

No sabemos de gremios, reuniones, diálogos, negociaciones, medidas de fuerza, paritarias ni huelgas. El mundo es otro, el obrero parece ser algo en extinción.

Pero de pronto nos damos cuenta que el mundo que creemos tan cambiado sigue funcionando por las mismas lógicas, obviamente híper suavizadas respecto del pasado, con las que siempre ha funcionado.

Y aquellos obreros en peligro de extinción siguen allí. Vomitados desde grandes factorías. Con sus cascos y sus loncheras metálicas. Con sus botas y su uniformes monótonos. Generaciones anteriores cayeron por las balas de la policía. Obreros de la seguridad que también deben responder a la patronal sin derecho a huelga.

Generaciones anteriores que pelearon igual que hoy pelean algunas de las mil causas que mantienen la calle como un espacio de lucha.

Están por todas partes. En aquello que comes, en aquello que bebes, en aquello que ves, en aquello que consumes, en aquello que miras y en aquello que te pones. Obreros. Igual que tú.

Digo, la mayoría de quién esté escuchando esto es un obrero. Conoce sus limitaciones, debe trabajar para comer, para vivir y amparado por un gremio o no, es la mayoría del planeta. La que no concentra la riqueza, la que no puede tomarse año sabático para meditar inversiones, la que no puede blindarse ante las crisis, la que vive en incertidumbre y que trata de arreglar el mundo en la mesa de un bar o remando como puede la cena familiar.

Hoy es 1° de Mayo. Uno de los días feriados más respetados en casi todo el mundo. A fuerza. Porque de un modo u otro, lo reconozcamos o no, es el día de la mayoría. El día que hoy confunde a los que viven gracias a las aplicaciones haciéndose odiar por otros obreros. También el día del que se cree emprendedor y es patrón de su propia exigencia. El día del que se indigna con la palabra obrero porque se cree príncipe. El día del que lleva, vende, corre, canta, salta, trae, sueña y cuenta el tiempo que le resta para dejar de hacer lo que sea que está haciendo para poder empezar a disfrutar un poco de tiempo libre.

Ese "tiempo" que resulta insultante para una sociedad donde la palabra "productividad" es vertebral, incuestionable y sagrada.

Obreros del mundo! Sin ustedes no hay mundo. Pero eso es un secreto.

Por todos los que murieron luchando para que todos tengamos derechos que a ellos le negaron. Por ellos es que brindamos el día de hoy.

Y en otras noticias del mundo: AMLO regresó del tercer covid, Peña Nieto empieza a complicarse por Lozoya, Argentina pelea con lo que puede contra la depreciación del peso, Estados Unidos anuncia nuevas medidas migratorias, Lula entrega más tierras a comunidades indígenas como forma de proteger la Amazonía, Rusia bombardea Ucrania, Petro modifica todo su gabinete, Sudán fracasa en la tregua, Sedena sigue sumando en México, la cumbre colombiana para hablar de Venezuela no logró mucho, crece la interna chavista, el dólar también pone nerviosos a bancos bolivianos, el presidente de la BBC debe renunciar por ayudar a Boris Johnson con un préstamo, y Rosalía cantaba y bailaba en el zócalo mexicano.

Y en este día que nos pone a meditar sobre a quién beneficia qué supongamos que el obrero es algo del pasado en completo estado de extinción conmemoramos las luchas pasadas y las presentes.

En este día tan especial en que todo parece detenido para que reconozcamos quiénes son la mayoría en este mundo donde nos quieren convencer de que la palabra productividad es más importante que la palabra libertad: nosotros les damos la bienvenida al kaos total!!