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CINE
INDEPENDIENTE
películas - clase
B |
A
fines de la primera década del siglo veinte, la producción
cinematográfica estaba dominada por la Motion Pictures Patents
Company (M.P.P.C.); encabezada por Edison y que incluía a la
Biograph, la Vitagraph, la Essanay y a los franceses Pathé y Mélies,
entre otros. A través de la MPPC, el "mago de Menlo Park"
tenía el monopolio del naciente negocio cinematográfico: los
productores tenían que pagar un impuesto de medio centavo por
cada centímetro de película impresionada, los distribuidores
necesitaban contar con una licencia por la cual tenían que abonar
5000 dólares al año, entre muchas otras imposiciones. Aquellos
que no cumplían, eran perseguidos de manera intensa, para lo cual
Edison contaba con un grupo numeroso de investigadores privados,
abogados y funcionarios.
Frente
a esta situación, un grupo de exhibidores y productores
decidieron no acatar las duras condiciones impuestas por la MPPC y
se agruparon creando sus propias organizaciones: la Independent Motion
Picture Distributing and Sales y la Greater New York Film
Company. Se denominaban a sí mismos Independientes (Edison
los llamaba despectivamente "outlaws" – ilegales -).
Entre los integrantes de este grupo se encontraban Adolph Zukor
(quien fundará la Paramount); Carl Laemmle (quien hará lo propio
con la Universal); Wilhelm Fuchs, más conocido como William Fox
(fundador de la Fox); los hermanos Warner (Warner Bros.); y Marcus
Loew quien se unirá con Samuel Goldfish (Samuel Goldwyn) para dar
nacimiento a la Metro-Goldwyn-Mayer.
Con
el transcurso de los años, los ahora conocidos como cineastas
independientes se enfrentan a las esquematizadas condiciones de
producción que establecieron los independientes de antaño. Todo
lo que se filma fuera del ámbito de los estudios, es referido
como independiente. Esta definición a contrario sensu, potenció
hasta límites impensables su utilización, sobrepasando las
fronteras de Norteamérica hasta ser aplicados a determinados
films producidos en países donde no existe una industria
cinematográfica propiamente dicha. |
A continuación, trataremos de develar el
sentido – o los sentidos – de este término utilizado hasta el
cansancio, pero pocas veces analizado.
La
utilización indiscriminada
En el número 94 de la revista El Amante
Cine, la portada celebraba: "La explosión del cine
independiente", frase acompañada por las fotografías de una
veintena de realizadores. Mirando detenidamente cada uno de los rostros,
uno no puede dejar de preguntarse a qué se estaban refiriendo al
englobarlos a todos bajo el rótulo de "independientes". Hay
viejos (Manoel de Oliveira) y jóvenes (Doris Dörrie, Julio Medem);
europeos (Theo Angelopoulos, Robert Guediguian, Nanni Moretti),
norteamericanos, japoneses (Shohei Imamura y Takeshi Kitano), iraníes (Abbas
Kiarostami y Samira Majmalbaf), rusos (Alexander Sokurov) y
latinoamericanos (Marco Bechis, Martín Rejtman y Arturo Ripstein).
Veteranos realizadores que formaron parte de la mítica Nouvelle Vague (Alain
Resnais y Eric Röhmer) y debutantes (Darren Aronofsky, Samira Majmalbaf y
el argentino Pablo Trapero). Hay "dogmáticos" (Thomas
Vinterberg) e "independientes americanos" (Todd Haynes y el ya
mencionado Aronofsky). ¿Dónde radica la independencia de estos
directores? ¿En las condiciones de producción? ¿En los temas que tratan
sus films? ¿O se trata simplemente de una estrategia de mercado? Vayamos
por partes.
En
un principio fue… el cine clase B
Con la intención de atraer más público
a las salas – la gran depresión golpeó en forma considerable la
concurrencia a las salas -, los estudios propusieron presentar un doble
programa. Así nacieron las películas clase B, que eran realizadas con
muy bajos presupuestos, con un rodaje muy breve (algunas en sólo unos días),
con actores prácticamente desconocidos (o estrellas en decadencia) y con
una duración que oscilaba entre los 80 y los 90 minutos.
La ínfima inversión que representaba
para los estudios la producción de estas películas, permitió que muchos
realizadores y productores desafiaran e innovaran en muchos aspectos
cuestiones que eran imposibles de desarrollar en una producción clase A,
desde cuestiones estrictamente estilísticas hasta el desarrollo de
diversos temas "prohibidos" o "moralmente ambiguos",
impensables en un producto clase A.
Esta "libertad" llevó a que
muchos vieran los orígenes del cine independiente en aquellas
producciones. Porque si bien eran films que se realizaban dentro del
sistema de estudios, los bajos presupuestos y la poca importancia que le
daban los ejecutivos del estudio, posibilitaban la experimentación, el
riesgo, la osadía y la referencia a temas "tabú", cuestiones
que escaseaban en las mayores producciones de los estudios.
Algunos de los realizadores que se
destacaron en este tipo de films son Joseph H. Lewis, Edgar Ulmer, Jacques
Tourner y el genial Samuel Fuller (¿alguien duda de que fue un verdadero
cineasta independiente?).
Welles
& Cassavetes
Uno
de los precursores en el terreno del cine independiente, sin lugar a
dudas, es Orson Welles. Más allá de su primer trabajo, llevado a cabo en
unas condiciones únicas e irrepetibles dentro de la industria cinematográfica
hollywoodense, Welles a lo largo de su extensa trayectoria, nunca claudicó
ante los condicionamientos que quisieron imponerle a su labor creativa.
Aunque, el costo que haya tenido que pagar haya sido tan alto. Como
sostiene Jonathan Rosenbaum "Welles fue un independiente que financió
sus propias películas cuando y cómo pudo".
Pero
cuando se habla de cineastas independientes, uno de los primeros nombres
en aparecer es el de John Cassavetes. Este director buscó financiamiento
de las formas más variadas: Shadows fue "producida" por
dos mil oyentes del programa de radio Night People Story (cada
radioescucha aportó un dólar). "La obra de John Cassavetes alcanzaría
para demoler cualquier suposición de que las restricciones, en el cine
americano, terminan imponiéndose a la visión personal. Su trayectoria
define una oscilación de la que siempre salió indemne, al punto de
constituirse en el único faro que – de cuatro décadas a esta parte –
ha iluminado tan irrefutablemente a los grandes cineastas contemporáneos
del mundo, de Scorsese a Rivette, de Bogdanovich a Woody Allen o Van Sant,
de Altman al propio Godard, que le dedicó dos películas" (4)
Costos
& Temas
Una de las características del cine
independiente está representada por sus fuentes de financiación. De ahí
parte su independencia: poder filmar sin caer dentro de los rígidos
esquemas del sistema de estudios. Este rasgo, nos permite acotar la
aplicación del término a determinadas producciones que se realizan
dentro de los Estados Unidos, porque en la mayoría de los países del
mundo, no existe una industria cinematográfica tan desarrollada como en
norteamérica.
En dicha cinematografía la ecuación
parecería ser la siguiente: a mayor relación con un estudio, menor
independencia. Pero esta definición por contraposición (todo lo que no
se filma en Hollywood es independiente), trae aparejado el riesgo de la
generalización.
Asimismo,
deja afuera la posibilidad de filmar con independencia dentro del sistema.
El caso más paradigmático sería El Ciudadano, "un
largometraje independiente que utilizó los recursos de Hollywood. Esta
posición no niega la importancia de todos aquellos (actores u otros
participantes) que colaboraron en El Ciudadano, pero hace hincapié
en la cuestión de quién tiene la última palabra en cualquier producción"(3).
Pero también cabe pensar en Scorsese, Woody Allen, los hermanos
Coen,
entre otros.
El origen del financiamiento de un film
– no su bajo costo -, debe ser coordinado con el otro rasgo característico
del cine independiente: sus historias.
El cine independiente se ha caracterizado
por abordar una serie de temas que el cine mainstream no tuvo en miras:
los homosexuales, las drogas, la prostitución, la mentira del sueño
americano, la decadencia de la familia, etc. Aunque debemos aceptar, que
con el desarrollo del proceso de fagocitación por parte de la gran
industria de los cineastas independientes, dichos temas han arribado a las
producciones más importantes de los estudios.
Como sostiene Karen Schwartzmann del
Independent Feature Project, el cine independiente "permanece como
idea de un cine más crítico o experimental, o que representa sectores
sociales ausentes de la producción estándar".
En cuanto a la estética del cine
independiente, abarca diferentes formatos e ideas. Desde el blanco y
negro, fotografía sucia, colores brillantes, etc.; forman parte de este
abanico tan extenso. No es posible dar una regla general para determinar
que podemos denominar como un film independiente y cual no. Pero más allá
de las características anteriormente mencionadas, el cineasta
independiente tiene que poseer una visión artística propia, que le lleve
a ser libre en el proceso creativo. Como sostiene Johnatan Rosenbaum,
"un cineasta independiente es alguien que tiene el control final
sobre su trabajo", lo que le garantizará mantener indemne su obra.
La
mentira del Sundance Institute:
la independencia como negocio
En el año 1981 comenzó a funcionar el Sundance
Institute, proyecto encabezado por el veterano actor Robert Redford,
"una especie de escuela de cine que realizaba seminarios cortos y
reuniones de productores, directores y guionistas"(5). La idea era
apoyar a jovenes realizadores independientes mediante el contacto con
experimentados integrantes de la "industria".
En 1984, el Sundance comenzó a realizar
el – ya mítico – Sundance Film Festival, donde los cineastas
independientes se reúnen año tras año a presentar sus producciones (las
películas no tienen que tener exhibición previa en los Estados Unidos
para ser aceptadas). "No busco apoyar a los independientes para
confrontarlos con los estudios", sostiene Redford, "lo que busco
es apoyar una visión personal del realizador". No sabemos si Redford
ha logrado sus objetivos, pero Sundance se ha transformado en un trampolín
para que los realizadores independientes terminen trabajando en Hollywood,
dejando de lado sus inquietudes artísticas, trabajando dentro de la
maquinaria de los estudios. "Para los cineastas independientes,
"tener éxito" en Sundance significa casi invariablemente vender
sus películas a los estudios (lo que significa en la mayoría de los
casos perder el control, incluido el corte final). Ergo, tener éxito en
la meca del cine independiente es perder la independencia", sostiene
Jonathan Rosenbaum. (3)
Si bien el Sundance, abrió las puertas a
realizadores de la importancia de los hermanos Coen, Steven Soderbergh,
Kevin Smith y Richard Linklatter, entre otros; actualmente es el lugar de
concurrencia obligatoria para mega estrellas cool y para los
"cazadores de talentos" de los estudios: Miramax y October.
Dichas empresas "independientes" lucran incansablemente
amparadas por las buenas intenciones del viejo Robert.
El
caso argentino
La aparición de Pizza, Birra, Faso
en el Festival de Cine de Mar del Plata en noviembre de 1997, abrió –
sin lugar a dudas – una nueva etapa en el cine nacional. La renovación
se produjó abarcando diversos aspectos, tanto cuestiones temáticas como
formales. A este nueva generación de realizadores, algunos los agruparon
bajo el genérico de Cine Argentino Independiente.
Al no existir en nuestro país una
industria cinematográfica desarrollada, cabe preguntarse qué significa
hablar de independencia en el cine nativo. Considero que aquellos que
llaman al nuevo cine nacional, "independiente" apuntan al
concepto que considera a lo "independiente" como un cine
"joven, libre, artísico, innovador". (1) Pero coincidimos con
Fernando Martín Peña cuando afirma: "reprimo la tentación de usar
la palabra independiente, que en los últimos años ha sido manoseada
hasta la pérdida de sentido". (2)
Igualmente, cabe destacar que si bien en
nuestro país no existe un sistema de estudios como el norteamericano con
el cual enfrentarse para proclamar la independencia de determinada obra,
dicho lugar podría ser ocupado por la televisión, que en los últimos
tiempos parece acercarse a los nuevos realizadores. La última película
de Pablo Trapero (El Bonaerense) contó con la colaboración
(cuando el film ya estaba terminado) de Pol-ka, la productora de Adrián
Suar; así como también la serie realizada por Adrián Caetano (Tumberos)
es producida por Ideas del Sur (de Marcelo Tinelli). Sólo el tiempo
determinará si se trató de sociedades eventuales o si definitivamente la
televisión se apropió de los códigos de este nuevo cine, transformando
en estereotipo lo que surgió como una renovación.
Marca
registrada
No
podemos negar que calificar a un film como "independiente" se ha
transformado en una estrategia de mercado como el "star system".
El Festival de Sundance, los temas comprometidos, las super estrellas que
renuncian a sus millonarios cachets para participar de la última película
del indie de moda, se han transfor mado
en una marca registrada, transformando al cine independiente en un nuevo
"género".
"Me gustaría que las películas que
se definen como independientes fueran independientes en sus ideas, en sus
conceptos, no simplemente en sus fuentes de financiación fuera de los
estudios. Pero además resulta que hoy casi todas las compañías
independientes son propiedad de un estudio. Lo de
"independiente" termina siendo un argumento de ventas y una
moda, y la estética de las películas sufre por esa tendencia. En
general, se diferencian muy poco del mainstream. Hubo excepciones, como
Stranger than paradise de Jarmush o las primera películas de Spike Lee,
interesantes y resistentes a las estéticas del Hollywood clásico. Pero
el éxito del cine independiente mató los riesgos", sostiene el
realizador Todd Haynes.
Si bien compartimos lo afirmado por
Haynes, creemos que las excepciones son más numerosas que las que nombra.
Mientras sigan existiendo los realizadores como los hermanos Coen, Richard
Linklater, Jim Jarmush, David Lynch, el propio Haynes, John Waters, Abel
Ferrara, John Sayles, etc.; podremos seguir celebrando la existencia de un
cine independiente. Así como somos defensores de un cine honesto,
inteligente, ajeno al que se consume indiscriminadamente en un megaplex
(junto a bebidas y alimentos varios), creemos importante sostener y
afirmar la existencia de un cine independiente.
-
"Un
festival en diez paradojas" por Quintin – Revista El Amante
Cine – Mayo de 1999. En este mismo artículo, Quintin sostiene que
el cine independiente es "una palabra que huele a viejo". Sólo
unos meses después, la revista festejará la "explosión"
del cine independiente y el propio Quintin se transformará en el
director del Festival de la dudosa terminología.
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"Hay
un nuevo cine argentino?" por Fernando Martín Peña – Revista
Film – Febrero/Marzo de 1998
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"Las
guerras del cine – Cómo Hollywood y los medios conspiran para
limitar las películas que podemos ver", Jonathan Rosenbaum –
Buenos Aires III Festival Internacional de Cine Independiente
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Dossier
John Cassavetes "Un director con influencia" – Revista
Film – Octubre/Noviembre de 1996
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"El
regreso del Sundance Kid" por Paula Félix-Didier – Revista
Film – Febrero/Marzo 1995
por Nicolás Quinteros
Título
original: La Science des rêves
Año: 2006
Director:
Michel Gondry
Guión:
Michel Gondry
Intérpretes:
Gael García Bernal, Charlotte Gainsbourg, Alain Chabat,
Pierre Vaneck
Duración: 105
minutos |
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