Los elementos constitutivos del cine catástrofe
son los siguientes:
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Un desastre (inminente o ya
acaecido), que puede tener su origen en causas naturales o por el
accionar del hombre; y,
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La tragedia (inminente o real) debe
afectar a un grupo numeroso de personas (por lo general, heterogéneo
a los fines de resaltar las tensiones que se desarrollan ante la
crisis y la lucha por la supervivencia).
Algunos sostienen que en la década del
´30, tres películas sentaron las bases del cine catátrofe: Los Ultimos
Días de Pompeya (The Last Days of Pompeii – Ernest B.
Shoedsack, 1935), donde se presenciaba la erupción del histórico volcán;
San Francisco (W.S. Van Dyke, 1936), con Clark Gable y
Spencer Tracy tratando de salvarse del terremoto que azota la ciudad que
da título al film; y, Huracán (Hurricane – John Ford,
1937), con John Hall, Dorothy Lamour, Thomas Mitchell y John Carradine. Si
bien cualquiera de los films mencionados, cumplen con las características
constitutivas del disaster film, son casos aislados y no llegaron
constituir un subgénero como el que se desarrollará en la decada del 70.
El
Esplendor y el Ocaso
El
hito fundacional del cine catástrofe, lo constituyó Aeropuerto (Airport
– George Seaton,1970). A pesar de que su protagonista, Burt Lancaster
haya sostenido que "era la mayor porquería de la historia del
cine", Aeropuerto abrió el juego a una larga serie de films
de este estilo.
Asimismo, Aeropuerto desarrolló
algunas de las características que serían repetidas hasta el hartazgo en
los disaster films: la presencia de un elenco multiestelar (al
propio Lancaster lo acompañaban Dean Martin, Jacqueline Bisset y el
infaltable en este tipo de producciones, George Kennedy), la utilización
de efectos especiales (de variada calidad) y una duración que superaba
las dos horas.
La película a pesar de ser un bodrio,
recibió diez nominaciones en los premios Oscar y el tremendo éxito del
film (costó 10 millones de dólares y recaudó 45 (2)), originó la
continuación en tres vergonzosas secuelas:
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Aeropuerto 1975 (Airport 1975 –
Jack Smight, 1974), con Charlton Heston, Linda Blair, Gloria Swanson y
George Kennedy. En este film, una avioneta se estrella contra el avión
donde viajan todas las estrellas, matando a los dos pilotos. Aeropuerto
1975 fue la última película de la mítica estrella Gloria
Swanson.
-
Aeropuerto 1977 (Airport ´77 –
Jerry Jameson, 1977), con Jack Lemmon, Lee Grant, Christopher Lee,
Olivia De Havilland y George Kennedy. En esta ocasión, el avión es
saboteado, por lo que sufre un desperfecto, cae al mar y se hunde en
las profundidades (aunque usted no lo crea).
-
Aeropuerto 1980 (Airport ´79:
The Concorde – David Lowell Rich, 1979), con Alain Delon, Robert
Wagner, Silvia Kristel, Eddie Albert y George Kennedy (no faltó a
ninguna). Luego de una historia incomprensible relacionada al
espionaje, el avión se estrella en la nieve. Este film cierra la saga
Aeropuertos, lo que debe haber generado un serio problema laboral para
George Kennedy (solucionado parcialmente años después al participar
en La Pistola Desnuda (The Naked Gun – David Zucker,
1988) y sus secuelas).
En
1972 aparece el film más importante (y el más interesante) del cine catástrofe:
La Aventura del Poseidón (The Poseidon Adventure – Ronald
Neame, 1972). Otra vez un elenco multiestelar encabezado por Gene Hackman,
en la historia de un barco que en la noche de año nuevo, da una vuelta de
campana. Este mundo del revés, "animó a muchos a ensayar una
explicación sociológica del auge del género, como correlato de la
crisis mundial del petróleo, la decepción ante la evolución del
conflicto de Vietnam en aquella fecha y la inseguridad creciente ante la
escalada nuclear".(1)
Infierno en la Torre (The Towering
Inferno – John Guillermin e Irwin Allen) del año 1974, fue un
tremendo éxito de público al narrar las peripecias de un grupo de
personas al incendiarse un lujoso edificio en San Francisco. Otra vez un
elenco de primeras figuras: Steve Mc Queen, Paul Newman, William Holden,
Faye Dunaway y Fred Astaire entre otros.
Ambos films fueron producidos (y uno de
ellos codirigido) por Irwin Allen, quien tal vez será más recordado por
sus trabajos en la pantalla chica en la década del ´60, con series como Viaje
al Fondo del Mar, Perdidos en el Espacio y Tierra de
Gigantes, entre otros. Cuando La Aventura del Poseidón e Infierno
en la Torre se transformaron en éxitos de audiencia, Allen siguió
produciendo y dirigiendo disaster films (aún cuando el género ya se
encontraba en decadencia): El Enjambre (The Swarm – Irwin
Allen, 1978), Más Allá del Poseidón (Beyond the Poseidon
Adventure – Irwin Allen, 1979), y Al Filo del Tiempo (When
Time Ran Out – James Goldstone, 1980).
Terremoto (Earthquake, Mark
Robson, 1974) presentaba a Charlton Heston, Ava Gardner, Walter Matthau y
al infaltable George Kennedy correteando por la ciudad de Los Angeles
tratando de salvarse del cataclismo (que da título al film) que está
devastando la ciudad. Este film, además de mostrar la destrucción de la
ciudad utilizándo unas maquetas ridículas, comenzó a demostrar el
agotamiento del género. Las tragedias que se cernían sobre diferentes
grupos humanos ya no impactaban a la audiencia, por más espectaculares
que fueran.
Otro de los objetos voladores que surcó
los aires del cine catástrofe fue el histórico Hindenburg. La
Tragedia del Hindenburg (The Hindenburg – Robert Wise, 1975)
contaba con las actuaciones de George C. Scott, Anne Bancroft, Roy Thinnes
y Burgess Meredith, y desarrolla una teoría acerca del motivo por el cual
se estrelló el lujoso dirigible alemán en 1937. Otro tedioso film en la
breve historia del cine catástrofe.
El fin de la década del 70, traería tal
vez la peor producción del cine catástrofe: Huracán (Hurricane
– Jan Troell, 1979), remake del film homónimo del genial John Ford,
con Jason Robards Jr., Mia Farrow y Max Von Sydow. El fin del corto período
de gloria del disaster film se encontraba próximo.
La lista de títulos que marcaron la
decadencia del disaster film es numerosa:
Pánico
en el Puente (The Cassandra Crossing – George Pan Cosmatos,
1977), con Sophia Loren, Richard Harris, Ava Gardner, Burt Lancaster,
Martin Sheen, Ingrid Thulin y Lee Strasberg; Avalancha (Avalanche
– Corey Allen,1978), con Rock Hudson, Mia Farrow y Robert Forster;
y, Ciudad en Llamas (City on Fire – Alvin Rakoff, 1979),
con Barry Newman, Henry Fonda, Shelley Winters, Ava Gardner y Leslie
Nielsen (quien terminará filmando parodias de este tipo de films como el
infaltable George Kennedy).
El rotundo fracaso de los últimas
producciones del subgénero, ocasionó que el cierre de este período
estuviera a cargo de un film que a través de la parodia, se burla de
todas la convenciones del disaster film. ¿Dónde está el piloto?
(Airplane! – Jim Abrahams, David Zucker y Jerry Zucker, 1980),
originó que por muchos años no pudiera hacerse una película de cine catástrofe
con la solemnidad que caracterizó al género al tratar los terribles
acontecimientos que se cernían sobre los mortales.
El
Cine Catástrofe (revisited)
El giro brusco hacia la derecha que se ha
producido en los Estados Unidos en los últimos años, más la aparición
del terrorismo internacional (con la mediática figura de Bin Laden),
posibilitó el resurgimiento del género.
Si bien hay ciertos films que podrían
ser vinculados al cine catástrofe, estos estarían más relacionados al
cine de aventuras, ya que carecen de la solemnidad y la seriedad que
caracterizaban a aquelos films de los setenta. Titanic (James
Cameron, 1997), Impacto Profundo (Deep Impact – Mimi Leder,
1993), Volcano (Mick Jackson, 1997) y Twister (Jan de Bont,
1996), entre otras; se encuentran en esta línea.
Pero la aparición de la
"figura" del terrorista, despertó los más oscuros temores en
la sociedad, por lo que el cine catástrofe ha vuelto ocupar las
pantallas. Sin lugar a dudas, el atentado contra las Torres Gemelas en
septiembre de 2001 (cuyas escenas filmadas desde diversos ángulos, podrían
formar parte de cualquier disaster film), el pánico generado por el
Antrax y el francotirador que tuvo en vilo a la ciudad de Washington en
los últimos tiempos, volvieron a generar un clima de temor similar al que
se vivió en los momentos más difíciles de la Guerra Fría.
Esta sensación de inestabilidad e
inseguridad permanente, potenciada asimismo por el presidente Bush y su
corte, son el terreno fértil para que los ejecutivos de los estudios
exploten el morbo del público. Como sostiene Alicia Esquivel Quintana,
"el cine catástrofe siempre ha estado ahí para coquetear con el
sensacionalismo del espectador y dejarlo penetrar en estados anímicos pre
mortuorios vinculados con finales violentos. Más que el gusto por la acción,
existe el gusto por el pánico".(3)
Máxima Velocidad (Speed –
Jan de Bont, 1994), Contra el Enemigo (The Siege – Edward
Zwick, 1998), Daño Colateral (Collateral Damage – Andrew
Davis, 2002), Avión Presidencial (Air Force One –
Wolfgang Petersen, 1997), son claros ejemplos de este nuevo cine catástrofe,
aunque dichos films son anteriores al atentado a las Torres Gemelas.
"Seguramente el 11 de septiembre será explotado cinematográficamente
en aras del chauvinismo mediático que está viviendo Estados Unidos hoy
en día, pero esta vez será sin héroes invencibles; esta vez los héroes
serán mortales y limitados, y el morbo contenido".(3) Como en un
disaster film, el 11 de septiembre tuvo sus héroes: los bomberos de la
ciudad de New York, "mortales y limitados"; y también el
"morbo contenido" caracterizó al atentado ya que el Gobierno
estadounidense trabajó tenazmente para que las imágenes de las víctimas
no trasciendan a los medios de comunicación. Hoy más que nunca, la línea
divisoria entre realidad y ficción se torna difusa.
por Nicolás Quinteros
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"Diccionario
de cine" – Eduardo A. Russo – Editorial Paidós
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"Cine
bizarro" – Diego Curubeto – Editorial Sudamericana
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"El
Cine Catástrofe" – Alicia Esquivel Quintana – Revista Acento
Semanario Cultural – Año VI N° 456 – Morelia, México
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