Respetados
Lectores:
Mi
nombre es Ader Fernández, quiero por este medio expresar mi indignación
por el ataque se fueron objeto las personas reunidas en Altamira, con
saldo de heridos y el Violento Fallecimiento de tres personas. Mi
actitud fuera de cualquier militancia política, ha sido y seguirá
siendo a favor del respeto y la tolerancia, como única manera de vivir
en sociedad. La violencia no es mi estilo, pero menos aún cuando se
arremete contra personas indefensas que solo defienden sus ideas. Desde
que nos enteramos de lo
sucedido, mis familiares y yo nos unimos al pesar la gran familia de
venezolanos que siempre hemos abogado por la Paz y Convivencia Cívica.
Los
esfuerzos de los venezolanos, sin referenciar militancias ni apresurarse
a señalar a priori, deben orientarse al esclarecimiento de tan
condenables sucesos. No es posible que anden por la calle personas
armadas sin necesidad, no es concebible que se siga llamando al odio y
fomentando conductas violentas en personas que luego manifiestan poco
respeto poco la vida y sobre los cuales no hay control que asegure un
comportamiento ajustado a las normas mínimas de respeto y tolerancia, a
la tolerancia. Todos los venezolanos hemos sido victimas en mayor o
menor medida de la violencia que hoy vivimos, pero colma la
circunstancia cuando esa se emprende contra la vida ¿Qué razón hay
para cortar la vida a un se humano? ¿Quién ha autorizado a nadie para
tal conducta? ¿Es qué acaso por pensar diferente somos blanco de quien
nos adversa?
Debemos
exigir justicia, es necesario que abandonemos por un momento las
posturas políticas y nos aboquemos al esclarecimiento de ese desde ya
condenable hecho. Agregar carga política y sacar partido no sería
honesto, rayando en el irrespeto hacia quienes aún lloran de cerca
a las Victimas. Es tiempo de calmar las aguas y reflexionar sobre
el aporte que cada quien desde su postura hizo para que llegásemos a
este extremo. Cada uno de nosotros arrojó la primera piedra creyéndose
libre de culpa, ahora todos debemos asumir nuestra responsabilidad a fin
de evitar que sigan cayendo personas victimas de la intolerancia.
Pido
que nos unamos para terminar definitivamente con la violencia y volver a
ser lo que siempre hemos sido una gran familia sin distingos de raza,
credo ni militancia política; pero sobre todo venezolanos hijos de esta
misma tierra en busca de la justicia y la paz.
Hacia
los familiares de las Victimas, nuestras palabras de condolencia, en
nombre de mis hijos y del mío propio.
Paz
y Bien
Ader
E. Fernández A.
Caracas,
Venezuela.
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