El Corazón Late

Y Su Ritmo Habla

El Pirata | 16 de Marzo de 2015 | ECDQEMSD

Bienvenidos a las noticias internacionales y el lugar a las que ellas nos destinan.

Alguna vez la rima de una canción declaraba: nuestro corazón late a la izquierda.  Quizás en respuestas a aquellos que habían querido, por simple preconcepto, ubicarles el corazón en otro sitio.

Ocurre que desde la Revolución Francesa hasta hoy ese debate se ha mantenido intacto, pero la novedad viene siendo que hoy identificar donde laten los corazones parece más complicado.

La Derecha siempre ha sido identificable.  Insensible, criminal, inhumana, poderosa, soberbia, esclavista, moralista inmoral.  Un grupo dominante desde su minoría que ha causado los grandes estragos sociales de la humanidad.

La Izquierda siempre ha sido, en su mayor o menor radicalización, el lado humano, la búsqueda de justicia, el progresismo equitativo.  Sus luchas por el trabajo, la educación, le humanización del mercado, la contención social y la solidaridad siempre fueron sus banderas.  ¿Cómo nuestro corazón no va a latir a la izquierda?

El problema surge a partir de que el doctor coloca su estetoscopio y encuentra que el paciente miente, encuentra que su discurso y su corazón poseen una arritmia bastante compleja.

Diosdado Cabello dijo en su discurso antiimperialista: "si tendremos que pasar hambre, vamos a pasar hambre". ¿Diosdado va a pasar hambre?

Maduro habla en nombre del pueblo.  Ese colectivo cuasi imaginario que la izquierda se ganó como propio a costa de dar muchas vidas por su defensa.  Derecho adquirido por carácter transitivo, si digo que soy la izquierda: puedo hablar en nombre del pueblo.

Facilismo barato enumerar que todos los trapitos sucios que salen al sol son maquiavélicas elucubraciones de las derechas imperiales.  ¿Qué muchos lo son? No hay duda.  Pero ahí está la casta de esa nueva izquierda con sus campos y mansiones, con sus gastos exacerbados y sus joyas, con sus discursos explosivos y sus negociados bajo la mesa, con sus hoteles cinco estrellas y su incremento del patrimonio personal.

El gravísimo error lo produjeron las derechas de tiranías asesinas.  Hoy le besamos la mano a cualquiera que este contra ellas, no importa si el que está en contra se enriquece y nos avienta migajas, si nos quita libertad y nos trata como a ganado, si nos quita justicia y se adjudica hablar en nuestro nombre.  No importa, porque lo de antes era peor.

Que nuestro corazón este a la izquierda no significa que nos parezca bien que Daniel Ortega nombre a su esposa canciller y asesores a cuatro de sus hijos, que se modifiquen Constituciones solo con el fin de perpetuarse en el poder, que Correa cierre todo medio que no lo adule, que Maduro nos amenace con que el pajarito de Chávez todo lo ve, que el hijo de Bachelet tenga sus negocios, que un grupo de las Madres de Plaza de Mayo desvíe fondos de su propia universidad y convierta la deuda en estatal, que el kirchnerismo genere una nueva casta de un puñado de millonarios corruptos con la presidenta a la cabeza, que esos lideres del campesinado indígena boliviano se queden con el dinero de su propia gente, que los interlocutores de las FARC se paseen en yates, que los miembros del partido en China sean todo poderosos, que el hijo del "querido líder" norcoreano juegue a los soldaditos, que ...

Ok, ¿Entonces prefieren a los Kerry buscando donde hacer la guerra, a los Netanyahu bombardeando niños, a los Bush provocando invasiones, a los espías gringos buscando desestabilizar, a la DEA al frente de los narco-negocios, a la NSA revisando todos nuestros correos, al imperio europeo explotando nuestras venas?

No, esa es la trampa de la actualidad.  No preferir a unos no significa elegir a los otros.  Esa lógica pendular hace que algunos ignorantes aplaudan al Estado Islámico por simple antagonismo con la OTAN.

El paso de la historia acomodará las cosas, dirá realmente donde latían los corazones que latían. Habrá espacio para destacar algunos progresos en la Bolivia de Evo Morales que no anda espantando a todos diciendo que lo quieren matar, habrá espacio para recordar a Pepe Mujica que se fue del poder en el mismo carrito que lo llevó, habrá espacio para que las organizaciones de izquierda real tengan su espacio en esos gobiernos que les secuestraron el discurso, habrá espacio para que le izquierda intelectual se sacuda el polvo de la tentación, para que las poblaciones indígenas no sean utilizadas como tesoro discursivo únicamente, para que el Perro Santillán vuelva a ladrar, habrá espacio para reconocer detalles de las legitimas ideologías congruentes con el hacer.

¿Por qué tanto enojo? Porque nos duele.  El enemigo, el asesino, el criminal de nuestros sueños, el poderoso por herencia y pseudo derecho divino, no nos duele.  Siempre nos duele más el lugar donde late nuestro corazón, siempre duele más la desilusión, la mentira, la esperanza truncada, la fe pisoteada, la traición a los ideales, que la estampa sombría del enemigo.  Esa sombra nos llena de coraje, nos llena de fuerza en la unión, ese enemigo es fácilmente identificable y no se cuela en nuestras mesas para brindar con nosotros.  Ese no duele.

Mentiras por la derecha, mentiras por la izquierda, unas las conocemos, las otras nos duelen.  Lo único que queremos es soñar cosas, nada imponente ni majestuoso, nada despampanante ni grandilocuente, y poder llevarlas a la realidad para influir positivamente en la realidad de otros.  Nuestros corazones laten donde laten, y puede que nos equivoquemos muchísimo en algunos conceptos, puede que pequeñas operaciones de prensa nos distraigan de la realidad por unos segundos, pero cuando nos mienten no distinguimos de donde legan las mentiras cuando llegan.  Mentiras de izquierda, de centro, de derecha, laicas, religiosas, radicales, extremistas, policiales, espaciales, son mentiras. Solo que desde donde vengan, unas nos duelen más que otras. He ahí la importancia de saber desde donde habla el que habla, porque en ese hablar podremos encontrarnos con aquello que le duele.

Los valores de la derecha son el dinero y el poder. Simple, son corrupción en su génesis.  Los valores de la izquierda son mucho más ambiciosos que eso, por eso la corrupción filtrada en ellos duele más.  Por eso la crítica, ese sano ejercicio que nuestro corazón exige. Por eso esa especie de vigilancia de los valores marcando la incongruencia; para que el día de mañana no nos fusilen en nombre de uno valores corrompidos por el dinero y el poder, en nombre de una revolución que solo cambió el dinero y el poder de unas manos a otras.

En fin amigos, aquí no se trata de convencer a nadie de nada, sino de dejar claro desde donde hablamos mientras: Valparaíso se prendía fuego, mientras el alcalde de Lima cubría murales con pintura amarilla, mientras Tsipras recibía las amenazas de la Unión Europea, mientras Dilma Rousseff la pasaba mal por el caso Petrobras, mientras el agua se volvía debate en México, mientras el Papa contaba chiste de argentinos, mientras la familia Kirchner recibía el cuantioso pago de favores del zar del juego, mientras el Estado Islámico sumaba a Boko Haram para llegar a África, mientras hallaban muerto en su celda a preso político venezolano, mientras el juez Griesa se ponía mas duro, mientras Brasil devaluaba, mientras la caída del petróleo hundía economías,  mientras el mundo y sus noticias nos daban la bienvenida al kaos total!!!!