Esa Empresa Llamada País

El Nudo de La Horca

El Pirata | 6 de Julio de 2015 | ECDQEMSD

Bienvenidos a las noticias internacionales que nos pusieron a elegir el tipo de nudo que queremos en la horca.

Finalizó la Copa América en Chile y La Roja salió campeón. Y mientras regresamos a las marchas estudiantiles que nunca cedieron, a la sequía preocupante, a las leyes de explotación minera en glaciares y a los escándalos políticos: Michelle Bachelet está exultante por el fútbol; no porque le interese demasiado sino porque es lo único que le salió bien desde que asumió su segundo mandato.

Es notable como una victoria o derrota deportiva cambia los ánimos; en Argentina, con el último penal, los comentarios pasaron de blanco a negro y a los dos minutos ya todos regresaban a hablar del horror de que una vedette este en la cabina de un avión y de como el nuevo sistema electrónico de votaciones en la capital podría colapsar por algún viejito al que le podría quedar atorado el dedo en la ranura.

Y así se iban suscitando las noticias: Estados Unidos lanzaba cohetes al aire, por el 4 de julio, se adelantaba el feriado, el Estado Islámico continuaba sus súper producciones asesinas para conmover a la opinión pública, el porno show de la Universidad de Buenos Aires, el Papa pide coca para realiza su gira por Paraguay, Bolivia y Ecuador y así soportar que la presidenta argentina se le aparezca una y otra vez para tomarse una y otro foto en plena campaña, Donal Trump se pelea con las misses latinoamericanas, el alcalde de DF (México) pone en capilla a todo su gabinete, el proceso de paz en Colombia no florece, el ejercito mexicano niega Tlatlaya, el desastre de la guerra en Yemen, reaparece Fidel Castro y mucho más...

Pero sin duda lo más relevante del fin de semana fue el referéndum en Grecia donde el "NO" ganó y le dio aire al gobierno de Tsipras.

Esto disparó muy diferentes lecturas. Que fue un gran triunfo de rebeldía popular. Que fue un duro golpe al Eurobloque. Que fue un extraordinario ejemplo para poner fin a la tiranía capitalista. Que en realidad la gente ni sabia que era lo que estaba votando. Que Grecia acaba de cavar su propia fosa. Que a Angela Merkel se atoró con chucrut al conocer el resultado.

Quizás sea más fácil entender la cuestión si leemos a Grecia no como un país sino como una empresa. Una fabrica de platos, digamos.

Resulta que se asociaron con una multinacional y los directivos pensaban que podían gastar más de lo que producían. Al comienzo todo fue alegría y los obreros estaban esperanzados con sus nuevos tickets. El tiempo pasó y los números rojos pasaron factura. El directorio escondió los balances debajo de una alfombra y cuando llegó la auditoría les dijo que todo estaba complicado.

Los obreros protestaron y los agentes de seguridad repartieron gases y palos. Al final cambió la administración y se hizo cargo el sindicato. La multinacional les dijo que debían sentarse a negociar y el sindicato perdería poder si se inclinaba ante el poder de los prestamistas.

En una situación tan delicada, y como siempre, les informaron a los obreros que ellos debían pagar los platos rotos o todos quedarían sin trabajo. Se hizo una reunión de las bases y los delegados votaron por sostener las banderas de lucha.

La fabrica está quebrada, el sindicato está fortalecido, los prestamistas recurren a las leyes, los platos se rompen y las máquinas continúan apagadas.

Simple, a no ser que un país no es exactamente una empresa. Si Grecia fuera una fábrica simplemente cerraría, los obreros terminarían en la calle y en el mejor de los casos harán la fila del paro si es que quedaran migajas para evitar que mueran de hambre o huyan masivamente hacia otras países con empresas que les den de comer. Porque la patria es también aquella que te garantiza un plato de comida.

La lógica que se aplica en países y fábricas es muy similar. Recortes, suspensiones, endeudamiento, sacrificio exigido a los empleados de más bajo rango. Los directivos responsables se llevan lo "mucho" cuando la empresa anda bien, se llevan lo "poco" cuando la empresa anda mal y se suben a a un avión cuando la empresa quiebra. Y aunque son los responsables: directivos, sindicatos y gerentes, todos tienen la conciencia tranquila porque juran que hicieron lo que creían mejor para el país, la empresa. Mientras tanto el futuro de los jóvenes, los pensionados vulnerables, los desahuciados, los obreros, los empleados y los de la cola del paro pagan los platos rotos. Afortunadamente algo tendrán que hacer porque no pueden dejar a todos en la calle.  En realidad si pueden pero ninguna empresa podría soportar una protesta de tamañas dimensiones sin contagiar a todo el mercado.  Una cuestión más política que económica, puramente económica por lo tanto política.

Y así, entre decisiones económicas que en realidad son más políticas, entre decisiones electorales que son más imposiciones, entre decisiones personales que son más obligaciones, y entre los acelerados malabarismos de una acrópolis mundial que refleja las ruinas de algo soberbio que apenas ayer parecía la mejor postal turística, nosotros les damos la bienvenida al kaos total!!!!!!!!