Viajar a Brasil es viajar
al corazón de las culturas afroamericanas. Es playas,
carnaval, samba, belleza y generosidad oceánica. Desde
en norte al sur, bordeando el Atlántico, encontraremos todas
las arenas, las olas y las diferentes experiencias donde
convive la naturaleza más silvestre con las cadenas de
hoteles más importante.
La belleza del inexpugnable
Mato Grosso y el verde amazónico virgen es una de las
postales que convive con los blancos atuendos de Salvador
Bahía y la locura de las grandes ciudades como Río de
Janeiro o San Pablo.
La arquitectura de Brasilia y las
agrestes playas del nordeste son algunas de las
opciones que van desde el turismo aventura al
turismo clásico donde las opciones son variadísimas.
Desde una estadía junto al mar en playas súper pobladas, al
son de un bossanova degustando un exquisito desayuno, a la
belleza de pueblos de pescadores mantenidos en el tiempo con
playas tranquilas y paradisíacas. El viaje a
Brasil no es solo carnaval aunque su fiesta y colorido
allá dado la vuelta al mundo. Una buena opción es
visitar las estancias de los antiguos señores del café o
tratar de al menos acercarse a la sensación que el poderoso
Amazonas impone a sus visitantes. El viaje se
multiplica, como se multiplican los destinos
turísticos año a año cuando Brasil se va
descubriendo a sí mismo.
Cultura, espectáculo, diversión y
música a tono con la belleza de sus paisajes. El
viaje a Brasil puede ser la invitación al relax y la
convivencia con la energía natural, o el viaje a el
movimiento permanente y la exaltación del hedonismo.
Resumiendo, si viajas a
Brasil por
turismo, agenda estos destinos:
Río de Janeiro, Bahía,
Recife, Camboriú,
Florianapolis, Blumenau, Nathal, Manaos
|