Desde
chicos, los hermanos Wachowski descubrieron que el colegio no era
para ellos. Oriundos de Chicago, dejaron de estudiar para
dedicarse a la que sería su primera pasión, el comic. Mientras
trabajaban de pintores y de carpinteros, ocupaban su tiempo libre
creando innumerables comics. Para ello, siempre contaron con el
apoyo de su padre Ron, y de su madre Lynne, enfermera y pintora.
A
finales de la década del 80, Larry leyó el mítico libro de Roger Corman,
“Cómo hice cien películas en Hollywood y nunca perdí un centavo”.
Luego de pasárselo a su hermano, ambos decidieron dedicarse al cine.
Escribieron el guión de una película de terror de bajo presupuesto (al
mejor estilo Corman), en que unos caníbales decidían saciar su apetito
con personas de buena posición económica.
Precisamente, sería un guión lo que les
abriría las puertas de Hollywood. Los hermanos escribieron la historia de
Asesinos (1995), dirigida por
Richard Donner e interpretada por Antonio Banderas y Sylvester Stallone.
Un año después, los Wachowski debutarían
en la realización con un interesante thriller en el que dos lesbianas
deciden quedarse con el dinero de un pequeño mafioso. El éxito de Bound,
- “nos ofrecieron un montón de thrillers con lesbianas”, confiesa
Andy -, posibilitó que concretaran el proyecto en el que habían
trabajado durante años: Matrix.
El film que los llevó a la fama nació
de la extraña mezcla que forma el bagaje cultural de los hermanos: el
comic, la literatura, la filosofía, las religiones – Cristianismo,
Budismo, Agnosticismo y Taoísmo -, las películas de kung fu, la ciencia
ficción. Las películas de Ridley Scott, Stanley Kubrick y la de los
hermanos Coen. La obra de John Woo y otros realizadores de Hong Kong, John
Huston, Billy Wilder, George Lucas y Fritz Lang. Y la Odisea
de Homero. Y Alicia en el País de
las Maravillas de Lewis Carroll.
A
pesar del tremendo éxito de sus films, los Wachowski decidieron preservar
su privacidad. El contrato que los vincula con el estudio Warner Bros.
establece expresamente en una de sus cláusulas que los realizadores no
deben dar entrevistas ni hacer apariciones en eventos de promoción. Para Matrix
Recargado, los ejecutivos de marketing debieron conformarse con lo
manifestado por los hermanos al momento de presentarse Matrix en el año 1999.
Además, luego del estreno de su primer
film, Bound (1996), los
realizadores no permiten que sus fotos formen parte de la promoción de
sus films. Este misterio que rodea a los Wachowski es alimentado también
por los actores que trabajaron con ellos quienes confirman que son
realmente misteriosos, muy reservados respecto a su vida privada, pero que
inspiran una total y plena confianza y una ciega obediencia (Keanu Reeves,
protagonista de Matrix, realizó difíciles escenas de riesgo, que
usualmente quedan a cargo de dobles de riesgo).
Los
hermanos Larry y Andy Wachowski eran conscientes de que Matrix
haría “despegar o destruiría definitivamente sus carreras”. Pero
la revolución que introdujeron en el cine high tech del siglo XXI, no
logró que modificaran su sencillo estilo de vida. Ambos siguen viviendo
en Chicago junto a sus esposas. Para trabajar en sus guiones se reúnen en
sus casas y escriben sus ideas en interminables blocks de hojas amarillas.
Sin secretarias, ni asesores, ni oficinas. Sólo eso basta para hacer un
cine distinto a esas “películas hechas como hamburguesas de Mc Donald´s”.
Muchas veces, cuando un
director
de videoclips intenta incursionar en el mundo del cine, este
traspaso
suele ser decepcionante
ya que no pueden abandonar el lastre
de su experiencia previa
y sus películas se ven cargadas
de una fuerte estética videoclipera y vacías totalmente de
sustancia.
Steven Spielberg se atreve
a cuestionar las tácticas
empleadas por el Estado de Israel
(y por los Estados Unidos)
en su lucha contra el terrorismo
(el real y el supuesto).
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