DAR
LA CARA
A pesar de la oposición de la mayor
parte del mundo, la guerra entre Irak y los Estados Unidos (aunque para
ser más precisos, habría que decir el ataque de Estados Unidos a Irak),
parece inevitable. El presidente George Bush, (el primer mandatario en la
historia norteamericana, que a pesar de tener menor cantidad de votos, fue
proclamado vencedor), se encuentra completamente decidido a destruir el régimen
de Saddam Hussein (y la vida de miles de seres humanos). Ante la cruzada
de Bush, un gran número de actores y directores norteamericanos alzaron
sus voces de protesta. El pueblo norteamericano, critica la postura de sus
estrellas (en una encuesta difundida por la CNN, el 80% no está de
acuerdo con la postura antibélica de los famosos), e incluso ya se habla
de “listas negras” (como en la época más cruda de la guerra fría),
para que actores y directores que se oponen a la guerra sean desplazados
de la meca del entretenimiento. A continuación, una lista (no exhaustiva)
de quienes se oponen al patrioterismo de la administración Bush:
Viggo
Mortensen:
El 23 de diciembre del año pasado, el
periodista Richard Corliss de la revista Time, en su artículo sobre la
segunda entrega de la saga del Señor de los Anillos, sostenía que “la
Comunidad del Anillo puede asimilarse a las democracias occidentales
amenazadas por una facción lunática del fundamentalismo islámico:
Saruman, alto, pulcro y barbado, interpretado por (Christopher) Lee, se
parece tenebrosamente a Osama bin Laden”.
Ante esta equívoca comparación, Viggo
Mortensen (quien interpreta a Aragorn en el film), envió una dura carta
al periodista. “Sus comparaciones despliegan la misma visión del mundo
simplista, xenofóbica y arrogante por la que habitualmente se teme y
desconfía del gobierno de los Estados Unidos en todo el planeta”.
Obviamente, la revista no publicó la carta del actor.
Luego de este incidente, el actor se
presentó a una entrevista televisiva vistiendo una remera cuya inscripción
decía “No more blood for oil” (No más sangre por petróleo).
Woody
Allen:
En una entrevista que el realizador otorgó
al diario parisino “Journal du Dimanche”, sostuvo que “al igual que
la mayoría de los estadounidenses, pienso que Bush no ha presentado ningún
argumento convincente para una guerra contra Irak".
Dustin
Hoffman:
“Aunque no soy un experto, creo que
esta guerra tiene que ver con lo que la mayor parte de las guerras:
hegemonía, dinero, poder y petróleo”, declaró el actor en una
entrevista publicada en la revista People. Estando en el Festival de Berlín,
sostuvo que “no soy antiestadounidense, pero estoy en contra de las
opiniones del gobierno actual".
George
Clooney:
El protagonista de Solaris (dirigida por
Soderbergh, película que no se estrenará en la Argentina), comparó a la
administración Bush con las actitudes mafiosas de la familia televisiva
“Los Sopranos”.
En la revista alemana Briggite, el actor
sostuvo que le tiene miedo a la política de Bush. "Nunca me imaginé
que la violencia se puede combatir con la violencia, por eso tengo miedo
ahora y no veo a nadie en el gobierno que opere de acuerdo a la lógica.
Simplemente están dando saltos en medio de la mierda… actualmente
tenemos una situación bastante chiflada y tengo que hablar. Fueron y son
tiempos difíciles para nosotros los liberales que abrimos la boca",
afirmó Clooney.
Sean
Penn:
Viajó especialmente a Irak para
interiorizarse de la situación. En una carta publicada en el diario The
Washington Post, el actor le rogaba al presidente Bush que salve “a
Estados Unidos antes de que el suyo sea un legado de vergüenza y de
horror". Asimismo, acusó al presidente de reprimir el debate y que
"la destrucción por parte de su administración de las libertades
civiles contradicen la esencia misma del patriotismo que usted
reclama". El actor desembolsó la suma de 56.000 dólares para que se
publicara la carta. "Sacrificar soldados norteamericanos o civiles
inocentes en un ataque preventivo sin precedentes contra una nación
soberana, bien podría resultar ser una medicina muy temporal",
concluye el actor.
Robert
Altman, Susan Sarandon, Marisa Tomei y Oliver Stone:
Adhieren a los postulados de la
organización “Not in our name” (No en nuestro nombre), un grupo de
protesta que ya cuenta con más de 45.000 adherentes.
Matt
Damon, Kim Basinger y Helen Hunt:
Enviaron una carta a la Casa Blanca
solicitando que se evite la guerra en Irak.
Martin
Sheen:
El actor que interpreta al presidente
norteamericano desde hace varias temporadas en la serie “The West Wing”,
es un ferviente opositor a la política de George Bush. Colabora
activamente con la organización Artist United to Win Without War
(Artistas unidos para ganar sin guerra).
Robert
Redford:
En la presentación del último Festival
de Sundance, criticó duramente a la administración Bush.
Richard
Gere:
El protagonista de Chicago, estando en el
Festival de Berlín sotuvo que "América nunca se preocupó por otros
pueblos, por eso es absurdo decir que Bush se interesa por el bienestar
del pueblo iraquí".
Edward
Norton:
"Esta semana en Europa casi sentí
envidia de la gente en Francia y Alemania por la oposición de sus
gobiernos a la guerra y casi me olvidé de lo que es sentirse orgulloso de
ser americano. Espero que la comunidad internacional presione al gobierno
de Bush y se evite la guerra. Para mí es indigno ver el unilateralismo
con que se maneja nuestro gobierno".
Spike
Lee:
"Me parece ridículo que el gobierno
estadounidense siga pensando que puede imponerse al mundo. No tiene
autoridad moral para hacerlo. Ese tipo (por Bush) ni siquiera debería
estar en la presidencia porque surgió de unas elecciones falseadas ante
los ojos de todo el mundo".
Martin
Scorsese:
En declaraciones al diario alemán Die
Zeit sostuvo que "sSi nosotros los (norte)americanos salimos al mundo
para exterminar gente que se cree en su derecho, entonces sobrevivirán
sus hijos. Con esto sólo conseguirán un mundo de desheredados, un mundo
de Travis Bickle, (el protagonista de "Taxi Driver") a nivel
global, y tengo la sensación de que nos estamos moviendo ya en esa direción.
Toda persona sensata debe admitir que con la violencia no se cambia el
mundo y si es así, sólo en forma temporal. Para ser sincero, creo que
estamos aún mas lejos que nunca de lo moderno. Dicho de otra manera, el
mundo es una aldea y esa aldea funciona como la ciudad de Nueva York de
1850".
Las fuerzas conservadoras que circulan
por la sociedad norteamericana desaprueban la conducta de estas
celebridades, destacando la labor de los actores que se mantienen en
silencio, o, como en el caso de Robin Williams, viajan a “entretener”
a las tropas en Afganistán. Incluso esta semana el sindicato de actores
de Hollywood emitió un comunicado en el que condenaba la posible aparición
de “listas negras” contra los artistas que expresan su oposición ante
el inminente conflicto bélico.
Pero más allá de las presiones, y como
sostiene el periodista Bill Berkowitz: “Si las estrellas hablan, el gran
público escucha”.
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