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El Tequila
Esta mística
bebida ha estado presente en los grandes momentos de los
mexicanos. Hoy
en día su fama ha trascendido las fronteras, posicionándose
como la bebida de gran reconocimiento a nivel mundial.
Mientras
un segmento de la población mexicana consideró al tequila
como un producto de baja estima, hubo quien siempre lo defendió,
partiendo de la base de su fuerte identificación con el México
tradicional y auténtico.
Aguardientes
Tragos
Bartender
recomendados
por el barman
recetario de tragos
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El Tequila
Cuando
los Mexicas tuvieron su primer encuentro con las mieles del
agave, nunca imaginaron la dimensión que habrían de alcanzar
bajo el nombre de tequila
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Elaboración del Tequila
En
las compañías destiladoras que se precian de mantener altos y estrictos
estándares en el proceso, apegados a conseguir productos Premium,
prácticamente es en la jima
donde se inicia la elaboración del tequila, ya que desde la cosecha son
seleccionados los agaves en su
punto óptimo de madurez.
Desde
la llegada a la fábrica empieza el control de calidad, ya que al recibo
de la materia prima, es seleccionada al azar una muestra de piñas de cada
lote y son analizadas en el laboratorio para determinar si los niveles de
azúcares y madurez son adecuados y establecer los tiempos de cocción.
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Cocción del Agave
Antes de introducirlas en los hornos, las piñas son
partidas en dos
o cuatro partes según su tamaño, para
favorecer un perfecto cocimiento y óptimo aprovechamiento.
Dentro
de los hornos, los agaves se van
acomodando manualmente. Una vez completada esta operación, se inicia el
proceso de cocción y se prolonga por espacio de 48 horas aproximadamente.
Durante la cocción, y cada
cierto período de tiempo, se inyecta vapor de agua en el horno.
El
propósito de esta cocción es el de conseguir la solubilidad e hidrolizar
los azúcares del agave, ya que
la inulina es poco soluble en agua y no fermentable en forma directa.
En
el proceso de cocción tradicional se emplean hornos de mampostería,
aunque en la actualidad algunos productores de tequila realizan el
cocimiento de agave en autoclaves.
Las
piñas del agave después de su
cocimiento permitirán desdoblar sus azúcares y de esta manera los jugos
o mostos quedarán listos para su fermentación.
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Molienda del Tequila
Después
del perfecto cocimiento, se descargan los hornos y las piñas cocidas se
trasladan al área de molienda.
La
molienda se divide en varias etapas y tiene como propósito extraer los azúcares
que se encuentran en la fibra del agave. Esto se lleva a cabo en molinos
cuya estructura va desde la piedra, hasta trituradoras y molinos de acero
inoxidable, según el fabricante.
Las
etapas de molienda se inician con el desgarramiento de las piñas, el cual
consiste pasar el agave cocido por una máquina que se encarga de
desmenuzarlo para, posteriormente, llevarlo a una sección en donde
prensas de tipo cañero exprimirán los jugos.
Una vez exprimido este material fibroso, pasa
por una sección donde se aplica agua para la máxima extracción de los
azúcares. Como resultado de este proceso se obtiene un jugo de agave que
contiene un 12% de azúcares. Con esta materia prima se formula el mosto
o caldo para la fermentación.
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Fermentación del Tequila
Preparado
el mosto para fermentación éste se inocula con un cultivo microbiano, el
cual puede ser una cera pura de levadura “saccaromyces cerevisiae”
o bien de alguna otra especie.
Cuando
el mosto se encuentra listo empieza la fermentación de este, uno de los
pasos más importantes pero menos estudiados, ya que en esta fase se
produce el alcohol y otros componentes organolépticos que conforman el
tequila. Esta fermentación se lleva a cabo en tanques de acero inoxidable
de volumen variable, abiertos.
Existe un estricto control de la temperatura de fermentación, la
cual debe oscilar entre los 30 y los 42 grados centígrados.
Este
proceso fermentativo puede durar entre 12 y 72 horas, dependiendo del
grado de alcohol deseado que puede ser de 6% para tequila mixto y 4.5%
para tequila de máxima pureza.
Terminada
la etapa de fermentación, se deja en reposo el mosto para propiciar la
generación de compuestos aromáticos importantes en el producto.
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Destilación del Tequila
Existen
dos formas de
realizar la destilación: mediante la utilización de
alambiques o en columnas, siendo el primero el más usual. En el primer caso, regularmente se utiliza un tándem de dos
alambiques de cobre, material que ayuda a eliminar compuestos sulfurados
indeseables.
En
el primer alambique, el mosto muerto se calienta con vapor y se destila
hasta tener un producto intermedio ordinario, con una concentración de
alcohol de entre el 25 y el 30%, al cual se le han removido los sólidos,
parte del agua y las cabezas y colas. Las primeras contienen componentes
volátiles que destilan antes que el etanol, debajo de los 80 grados centígrados,
como metanol, isopropanol y acetato de etilo, y las segundas contienen
alcoholes menos volátiles como amílico y algunos ésteres.
En
el segundo alambique, el ordinario se destila nuevamente para enriquecer
el contenido alcohólico hasta el 55%, además de refinar
considerablemente el producto. Este tequila al 55% se considera un
producto final, ya que de hecho es el que se comercializa a granel. Antes
de envasarse, este destilado se diluye con agua desionizada, para lograr
productos finales de 38 a 43%.
Al
utilizar columnas se
emplean hasta tres en tándem. En este caso el mosto
entra a la columna por la parte superior, a contracorriente con vapor, con
lo que se evaporan los compuestos volátiles que se condensan en los
diferentes platos de la columna; normalmente cuando se emplean columnas en
vez de alambiques el producto es más neutro, debido a que la destilación
es más selectiva.
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Maduración del tequila
Una
vez destilado, el producto final se concentra en tinas de paso en donde se
diluye para pasarlo a los pipones o barricas donde se añejará
dependiendo del tequila que se desee obtener. En la maduración de
tequilas, la última etapa se realiza en barricas o pipones de roble o
encino blanco, maderas que confieren al producto final aromas, colores y
sabores muy peculiares, los cuales dependen de diversos factores como la
edad, grosor de la duela, graduación alcohólica y condiciones de reposo
o añejamiento. Son muy importantes las condiciones de humedad y ventilación,
ya que el proceso de envejecimiento se llevan a cabo reacciones
oxidativas.
Por
último, antes de embotellar es necesario eliminar
algunos sólidos conferidos por la madera, esto se realiza a través de
filtración con celulosa o carbón activado.
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fuente: Academia Mexicana del Tequila

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