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La Temperatura de los Vinos
Los
vinos
blancos jamás deben congelarse, porque al formarse trozos de hielo dentro de la botella
cambian el equilibrio de sus componentes. La temperatura ideal para los vinos blancos es
de cinco a ocho grados centígrados y al momento de servirlos es conveniente contar con un
balde para mantener dicha temperatura.
Dentro del balde vamos a colocar una pequeña parte
de agua fría, cubitos de hielo y un puñado de sal gruesa que ayudará al mantenimiento
de los cubitos. En algunas casas de regalos puede encontrar unos elegantes termómetros
para las botellas de vino o champagne que además de controlar la temperatura vestirán
muchísimo a su mesa. Aunque no hay un reglamento que diga que
vinos son para cada comida, hay algunos
principios que debemos tener en cuenta. Los
vinos blancos frutados se adaptan mejor a: supremas,
cremas de hongos, pescados con salsas livianas, etc.
Los
vinos secos acompañan: mariscos,
pescados, paellas, aves a la parrilla o frías, sopas cremosas, empanada gallega, etc. por
Federico Goldeleve
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